Jesús se dedicó a enseñar con parábolas. Éstas narraban especialmente historias de agricultores y ganaderos, además tuvo la oportunidad de pescar junto a sus discípulos y seguramente de trabajar la madera en el taller de su padre.
Este obrar de Jesús nos enseña la importancia de la tierra y de los que viven de ella, de los que trabajan con sus manos y que con ello esperan alimentar a su familia.
En los últimos tiempos, la macroeconomía, las grandes superficies, el mercado libre y otras circunstancias capitalistas están impidiendo que los pequeños agricultores, ganaderos y manufactureros reciban un salario justo por su trabajo.
Nos unimos a la intención del Papa Francisco y pedimos al Señor que nos enseñe a valorar a estos pequeños agricultores y que pensemos por el bien común a la hora de comprar cualquier producto.
Acabemos nuestra oración de la mañana, rezando todos juntos:
MARÍA, GRACIAS POR TODO.
María te damos gracias
por ser la madre de Jesús y
madre nuestra,
porque además de ser buena,
nos amas...
Te pedimos por nosotros
para que sepamos seguir tu
ejemplo,
amando a todos los que nos
rodean,
sabiendo perdonar y pedir
perdón.
También te damos gracias
porque tenemos casa para
vivir, ropa para vestir
y comida para comer.