Este maravilloso mundo es la casa que Dios creó para para nosotros y que hemos recibido gracias a las generaciones anteriores. Pero por desgracia estamos destruyéndolo con una sola justificación: "dinero". El sistema capitalista no puede ser tan egoísta como para destruir los ecosistemas y hacer desaparecer millones de especies de animales y plantas. Súmate al cambio: reduce, reutiliza y recicla.
Así dice el papa Francisco: "Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte
esencial de una existencia virtuosa, no siendo algo opcional ni un aspecto
secundario de la experiencia cristiana"