Cuando el Marcelino Champagnat llegó a La Valla, conoció en
la catequesis a un niño de 8 años que sería el futuro Hermano Francisco.
Francisco nació en 1808 en una aldea que pertenecía
al municipio de La Valla. Con 10 años pidió formar parte de la comunidad
que acababa de crear Marcelino. Por lo que desde bien joven siempre estuvo creciendo
como marista.
En 1839, habiendo entonces 280 hermanos, Marcelino
cayó gravemente enfermo y Francisco resultó ser elegido como su sustituto. Más
tarde con el triste fallecimiento de Marcelino pasaría a ejercer dicho cargo.
Durante su mandato se escribieron, entre otras obras, la
vida de Marcelino, las biografías de los primeros Hermanos y las Enseñanzas
Espirituales que se recordaban del Padre Champagnat.
Hacia 1860 el H. Francisco, empezó a sentirse enfermo y
renunció a su cargo. Libre de esta responsabilidad, se trasladó al
Hermitage, donde se ocupó de la huerta y de su jardín de plantas medicinales, aunque
nunca dejó de enseñar.