jueves, 11 de septiembre de 2014

Jesús abre la puerta de nuestra espereanza

Oh Jesús que dijiste 
"PEDID Y SE OS DARÁ, 
BUSCAD Y ENCONTRARÉIS, 
LLAMAD Y SE OS ABRIRÁ, 
PORQUE TODO EL QUE PIDE RECIBE 
Y EL QUE BUSCA ENCUENTRA 
Y A QUIEN LLAMA SE LE ABRE". 

Mírame. 
Tus palabras me infunden confianza.  
¿A quién he de PEDIR, sino a TI 
cuyo corazón es un manantial 
inagotable de todas las gracias y dones?

¿Dónde he de BUSCAR, 
sino en el tesoro de TU CORAZÓN 
que contiene todas las riquezas?

¿A donde he de LLAMAR 
sino a la puerta de tu CORAZÓN SAGRADO
 a través del cual DIOS viene a nosotros 
y por medio del cual vamos a DIOS? 

A Ti, acudo Jesús, porque en Ti encuentro consuelo cuando cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza o el fracaso me impulsa a buscar una fuerza superior a la fuerza humanas. Creo firmemente que puedes concederme la gracia que te pido porque Tú misericordia no tiene límites.

Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza, como oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos y todos los que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y TU CORAZÓN estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.