"PEDID Y SE OS DARÁ,
BUSCAD
Y ENCONTRARÉIS,
LLAMAD Y SE OS ABRIRÁ,
PORQUE TODO EL QUE PIDE RECIBE
Y EL QUE
BUSCA ENCUENTRA
Y A QUIEN LLAMA SE LE ABRE".
Mírame.
Tus palabras me infunden confianza.
¿A quién he de PEDIR, sino a TI
cuyo corazón es un manantial
inagotable de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de BUSCAR,
sino en el tesoro
de TU CORAZÓN
que contiene todas las riquezas?
¿A donde he de LLAMAR
sino a la puerta de tu CORAZÓN SAGRADO
a través
del cual DIOS viene a nosotros
y por medio del cual vamos a DIOS?
A Ti,
acudo Jesús, porque en Ti encuentro consuelo cuando cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza o el
fracaso me impulsa a buscar una fuerza superior a la fuerza humanas. Creo
firmemente que puedes concederme la gracia que te pido porque Tú misericordia
no tiene límites.
Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza, como oraron las
hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos y todos los que se acercaban
a Ti porque sabían que tus oídos y TU CORAZÓN estaban siempre abiertos para oír
y remediar sus males.