En
mayo de 1996 el H. Agustín Carazo publicó un amplio informe de las
representaciones de la Virgen empleadas en la Institución Marista, haciendo especial
hincapié en las que empleó San Marcelino en su devoción. Entre los documentos estudiados analiza un texto manuscrito por el hermano Hno. Juan Bautista quien enumera y describe los objetos de la habitación que ocupó el Padre Champagnat. Cita en sus manuscritos «en la estatua que tenía en su habitación de La Valla; el niño Jesús está recostado en los brazos de su Madre, con el dedo índice en la boca».
Esta estatua, con los distintos traslados, de casa marista en casa marista, aparece finalmente en la Casa General de Roma desconociendo su origen y valor histórico exacto. Pero gracias a la investigación del H. Agustín Carazo hoy ocupa un lugar destacado en la Capilla del Consejo General en Roma y son muchas las réplicas que encontramos por todos los colegios y obras maristas.
También disponemos de un cuadro realizado por el H. Wulmer, nacido en 1855 y profesado en 1879 donde aparece la imagen de la Buena Madre sobre la mesa de la habitación de Champagnat.