miércoles, 26 de marzo de 2014

Pasa la palara



Cuentan los padres del desierto que el abad Lot dijo una vez al abad José: "Padre, ayuno un poco. Oro y medito; trato de vivir en paz en lo que de mí depende; procuro purificar mis pensamientos. ¿Qué más puedo hacer?”
José se puso de pie y extendió sus manos hacia el cielo. Sus dedos se volvieron como diez llamas y dijo: “¡Si quieres, puedes ser todo fuego!”




UNA PROPUESTA: piensa, medita, reflexiona y ora cuál es el agua que calma tu sed, qué agua sacia tu sed… Pero antes, ¿de qué tienes sed? Porque desde ahí puedes plantearte si estás bebiendo el agua adecuada para calmar tu sed.
¿Qué has descubierto del ser cristiano, de ser Marista, de seguir a Jesús que merezca la pena ser contado a los demás? 


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