Muchas veces decimos que el mundo está mal
porque hay injusticias, violencias, marginación,
hambre de pan, de libertad, de cultura...
Es una triste realidad, Señor.Sabes mejor que nosotros que hay vagabundos,
niños inadaptados,
ancianos mal atendidos,
enfermos faltos de calor humano,
jóvenes sin orientación...
Hay desempleados,
diferencias escandalosas de salarios,
familias deshechas,
alcohólicos, drogadictos,
gente que no es capaz de reflexionar e interrogarse.
Ante todo este panorama, Señor, no bastan los sentimientos.
por eso estamos aquí rezando este problema
y queriendo colaborar con un gesto solidario.
Edúcanos, Señor, en la solidaridad.
Ayúdanos a procurar esa nivelación
que hace fraternidad y Tierra Nueva.
Nos apuntamos al milagro diario del compartir.
AMÉN.